EL ISLAM
¿Dónde
se desarrolló el Islam? La península
Arábiga es un territorio desértico y cálido, con pocas fuentes de agua
representadas en oasis] Este entorno geográfico determinó dos formas básicas de
organización. Por un lado, pastores nómadas que se movían constantemente
buscando pastos para sus rebaños y, por otro, los agricultores sedentarios de
los oasis que explotaban la palmera y el dátil. De estos dos pueblos nació una
cultura y religión llamada el islam, que adquirió características políticas
hasta convertirse en un vasto imperio. Estos pueblos practicaban una religión
politeísta, pero esta circunstancia cambió desde el siglo III con la llegada
del profeta Mahoma quien, según la leyenda, a la edad de cuarenta años recibió
la revelación de que, en adelante, él sería el mensajero de Alá, el dios
musulmán. A partir de entonces, Mahoma comenzó a predicar un mensaje de
salvación humana que atacaba el politeísmo y la avaricia desmedida. Esto lo
hizo desde la ciudad de Medina, de manera que allí lideró la constitución de la
Umma o comunidad que intentaba superar la división del pueblo árabe. Para esto,
conformó un ejército que buscaba lograr la sumisión de otras comunidades
árabes. Esta unificación bajo los mismos intereses, propagando los principios
de Alá y su libro sagrado El Corán, constituyeron el origen del monoteísmo
musulmán. Con el fin de llevar el mensaje del profeta a todos los lugares del
mundo, de expandir la religión, la lengua y sus enseñanzas, los musulmanes
crearon y desarrollaron una misión de carácter sagrado llamada Yirad o guerra
santa.
EXPANSIÓN
MUSULMANA. Desde los siglos VI y VII,
el pueblo musulmán inició un proceso de expansión de su religión.
Los
musulmanes conquistaron Siria, Palestina y Egipto y lograron dominar provincias
desde el Atlántico hasta India. Además, dominaron las rutas comerciales
terrestres que llevaban mercancías desde África oriental y el extremo Oriente a
regiones como Siria y Palestina. Hasta el siglo X, la expansión musulmana pasó
por tres momentos: el califato, la dinastía Omeya y la hegemonía Abbasíe.
CALIFATO
ORTODOXO. Se llamó Califato ortodoxo
al periodo de gobierno encabezado por el califa, quien era considerado el
sucesor de Mahoma. Se distinguieron cinco califas legítimos a quienes se les
atribuyó la expansión territorial por Siria, Palestina, Damasco, Jerusalén,
Iraq, Egipto, Trípoli y Chipre. Al final de esta etapa, surgieron los primeros
problemas entre los dirigentes, expresados básicamente en la aparición de
disidencias o disputas sobre quién debía tomar el poder. Esto enfrentó a los
sunitas y los jariyies. Los sunitas creían tener el poder y exclusividad de
gobernar por ser descendientes directos de Mahoma. Los jariyies consideraban
que cualquier discípulo del islam tenía el derecho de ser califa sin importar
de qué familia descendía. Estas divisiones marcaron el fin del califato
ortodoxo y dieron paso al gobierno de la dinastía omeya.
DINASTÍA
OMEYA. Este período se fundó en el
año 600 y traslado la capital a Damasco, en Siria. Fue una etapa de
centralización política que estuvo en manos de los árabes omeyas, quienes
adelantaron una importante expansión territorial al conquistar lo que hoy es
España. Esta circunstancia dio paso a la llamada cultura morisca o andaluza, en
la cual se mezclaron árabes y españoles, y con ellos sus
ideas, creencias, valores y concepciones del mundo.
HEGEMONÍA
ABASSÍE. El periodo Abassíe se
extiende desde el año 750 hasta el siglo X, y se caracterizó por un notable
desarrollo cultural y un gran auge económico. Durante este periodo el centro
del imperio lo ubicaron en Bagdad (Iraq), ciudad que para su época se convirtió
en una de las más populosas del Antiguo Continente.
La
actividad comercial fue intensa e impresionante en esta época. Las redes
comerciales incluían a China, India, Asia central, Bizancio, Rusia, Alemania
Escandinavia, el Mahgreb, África occidental y la costa oriental de África.
APARICIÓN
DE VARIOS REINOS O DINASTÍAS MUSULMANAS.
Desde finales del siglo X, la fragmentación político- regional generó la
organización de los siguientes bloques: en Egipto, la dominación Fatimíes y
Mameluca; en oriente, la hegemonía Selyúcida, y en occidente, los estados
musulmanes en la península Ibérica.
LOS
FATIMÍES Y LOS MAMELUCOS EN EGIPTO.
Los fatimíes (llamados así por considerarse descendientes directos de Mahoma,
de su hija Fátima y de Alí, esposo de Fátima), conquistaron Egipto y fundaron
El Cairo en el año 969. También dominaron el norte de África, Siria y
Palestina. Esta dominación se mantuvo por dos siglos y luego fue sustituida por
la dinastía musulmana de los ayyubíes, quienes, en el siglo XIII, fueron
controlados por los mamelucos.
Los
mamelucos surgieron a partir de los esclavos turcos, reclutados y educados para
formar parte de la guardia personal de los sultanes egipcios. Ellos dominaron
Egipto hasta principios del siglo XVI, cuando los otomanos ingresaron y
conquistaron este territorio. Durante el periodo de los mamelucos se
desarrollaron, entre otros aspectos, la producción de diccionarios árabes, las
enciclopedias, la escritura de la historia, la decoración y el arte en vidrio.
LOS
SELYÚCIDAS. El bloque musulmán de los
selyúcidas corresponde a un pueblo turco que se ubicó al oriente, en lo que hoy
es Irán e Iraq. A mediados del siglo XI se tomaron Bagdad y desde allí
consolidaron un imperio que comprendía Asia Menor, Cercano Oriente y Anatolia.
Después de 200 años de hegemonía se fragmentaron por la presión de los
mongoles.
EL
OCCIDENTE MUSULMÁN. Al llegar al
poder la dinastía musulmana Abbasíe, una rama de la dinastía derrotada de los
omeyas se independizó en España, creando el califato de Córdoba. Allí los
omeyas gobernaron casi un siglo (939-1031), hasta cuando los almorávides
pasaron a dominar la región. Los omeyas promovieron un notable desarrollo
cultural y económico, basado, en buena medida, en la posición estratégica de la
península en la dinámica mercantil del mar Mediterráneo y su conexión con las
ricas rutas africanas por donde circulaban productos valiosos como el oro y la
sal, necesarios para la economía europea.
HERENCIAS
CULTURALES DE LOS MUSULMANES. Los
musulmanes no solo fueron grandes creadores del saber y conocimiento, también
fueron grandes traductores, recopiladores y transmisores particularmente de la
ciencia, particularmente de la asiática. Debido a la obra cultural musulmán,
Europa tuvo acceso y conocimiento de los logros culturales asiáticos de India y
China. Los principios matemáticos del cero y los algoritmos creados por los
habitantes de India fueron asimilados por los árabes y dados a conocer a Europa
a través de 'España. Los musulmanes fueron grandes astrónomos y astrólogos, y
sus enseñanzas y principios fueron de gran utilidad para las expediciones
marinas que realizaron los europeos desde el siglo XIV, pues los árabes crearon
el astrolabio, un instrumento esencial en la orientación marítima y terrestre
entre otros.
APRENDO-HACIENDO
1.
En donde se desarrolló el islam?
2, Explique las
dos formas básicas de organización.
3,
Qué realizó Mahoma?
4.
Qué países conquistaron los musulmanes?
5. A
qué se le llamó el califato ortodoxo?
6.
Nombre los califas legítimos.
7. Explique las características de la
dinastía Omeya?
8. Cuáles fueron las
características de la hegemonía abassíe.
9.
Qué reinos aparecieron a finales del siglo X. Egipto, Oriente y Occidente.
10.
En un cuadro comparativo escriba cuatro caracteristicas
de los reinos: los fatimíes y los mamelucos, los selyúcidas y los
Omeyas.
11.
Escriba la herencia cultural musulmana.
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